Había un poema tirado en el suelo de la estación, nadie le hizo caso; pasó una mujer con miles de revistas, a cual más inútil y ni siquiera lo vió; pasaron corriendo, andando, saltando...pasaron mirando al cielo e incluso mirando al asfalto y nadie lo vió. Fue pisoteado,ensuciado y abandonado...pero el poema no lloró. Yo estaba en la otra esquina de la estación, también nadie se percató de mi presencia, pasaron a mi lado decenas de personas y nadie me miró, en cambio, yo si lloré....había un billete de diez euros tirado en el asfalto de la estación, había, ya no está...
